En un país está de moda hacer pruebas de ADN a los perros: en cuál y por qué

27.02.2024

En Estados Unidos está de moda hacer pruebas de ADN a los perros.


Abrir un kit, retorcer el hisopo, sumergirlo en una solución, mezclar y esperar impacientemente el resultado se ha convertido en un ritual familiar. Sólo que esta vez no se trata de una prueba de detección del covid-19, sino de una prueba de ADN para perros. La popularidad de estas pruebas, que surgieron hace unos quince años, se ha disparado recientemente en Estados Unidos, donde casi el 40% de los hogares poseen al menos un perro. Embark Vet, fundada en 2015 y que comercializa uno de los kits más populares en EE UU, asegura que ha experimentado un crecimiento del 235% entre 2019 y 2020. Y la pandemia ha aumentado la tendencia, dice un veterinario. Cuestan entre 100 y 200 dólares según el kit.

Pero en el país de los perros, el precio es relativo: los estadounidenses gastaron casi 104.000 millones en sus mascotas en 2020, según la Asociación Americana de productos para mascotas. Una vez enviada la muestra, la espera puede variar entre dos semanas y un mes. El objetivo principal es tener clara la raza del perro. A veces, cuando alguien compra un perro de pura raza, quiere estar seguro de que no ha habido ningún error. Este fue el caso de Ashley Ternyila, que vive en Nueva Jersey. El pastor alemán que compró a un criador se parecía demasiado a un lobo, a pesar de su pelaje blanco, así que "para acabar con los rumores, hizo una prueba", declaró a la prensa. Y quienes traen a sus mascotas de refugios intentan conocer los hechos sobre la vida pasada del nuevo miembro de la familia. "Tener un perro también significa querer saber de dónde viene, cuál es su historia", explica Mila Bartos, una abogada de 51 años que vive en Washington.

Adoptó a sus tres perros, Natty, Maisie y Mabel, y para cada uno utilizó una prueba de ADN, que le dio una visión general del árbol genealógico. Descubrió que Natty, una mezcla de pit bull, beagle, chow-chow y pastor alemán, tenía un primo que vivía cerca de Baltimore, o que Maisie, medio labrador retriever de brillante pelaje marrón, descendía de perros de exposición. Levi Novey, un consultor de 42 años afincado en Virginia, asegura que la prueba le ha permitido "entender mejor" el comportamiento de Summer, su perra negra de 1,8 kilos, "su energía, sus instintos de caza" y "la forma en que elige acurrucarse con la gente". Es el "deseo de comprender, predecir y anticipar las acciones de sus perros" lo que refuerza la curiosidad de los dueños por la raza, afirma Allen McConnell, profesor de psicología especializado en la relación entre los humanos y sus mascotas.

De hecho, las razas caninas no están exentas de estereotipos ("los labradores interactúan bien con los niños, los pit bull son perros guardianes agresivos"), que, aunque a veces son inexactos, pueden ayudar a interpretar el comportamiento del animal, explica. Levi Novey también se sintió aliviado al comprobar que Summer no estaba predispuesta a padecer una enfermedad genética. Éste es precisamente uno de los argumentos a favor de estas pruebas: las más caras permiten comprobar si el ADN contiene genes que causan anomalías cardíacas, trastornos renales, sordera prematura... Pero Sarah Bowman, veterinaria de Washington, advierte que el hecho de que un perro tenga el marcador genético (de una enfermedad) no significa que padezca la enfermedad.

Como mucho, estas pruebas permiten conocer el riesgo y extremar la vigilancia, explica. La Asociación Veterinaria Americana recomienda consultar a uno de sus expertos "antes de tomar una decisión basada en los resultados de estas pruebas".En Estados Unidos, como en otros países, algunas razas de perros se consideran agresivas, como los pit bulls o los staffordshire terriers, y están prohibidas en algunos pisos. Y en un país propenso a los pleitos, señala Giovanni D'Agata, presidente del 'Sportello dei Diritti', es posible que si un perro adoptado es mitad pit bull, el propietario considere que "constituye un problema", sobre todo si teme una demanda. "Y si no quiere conocer esta información, probablemente no debería hacerse una prueba de ADN".